Girón, Junio 20 de 2008. Germán Darío Jaimes Pinto, un aprendiz del Centro Industrial de Mantenimiento Integral, CIMI, de Girón, en la especialidad de Mantenimiento Eléctrico Industrial, murió esta semana, asesinado por delincuentes que al parecer quisieron hurtarle su teléfono celular.
Pese a que el crimen sucedió el domingo anterior luego de que Germán Darío asistiera a la Santa Misa, sólo hasta el martes a través de la prensa local, los familiares pudieron conocer la suerte de quien se había venido del municipio de Molagavita con el deseo de cumplir con su proyecto de vida.
Sin explicaciones de nadie, sólo llenos de dolor por la perdida de su ser querido, los familiares llevaron de regreso a casa, a su tierra natal, el cuerpo sin vida de Germán Darío para darle un último adiós, allí sobre la cordillera que atraviesa el oriente de Santander y por donde muchas veces en el comienzo de su vida este aprendiz tuvo la oportunidad de soñar con una Colombia mejor.
La noticia sólo se pudo conocer en el Centro Industrial de Mantenimiento Integral este jueves, cuando los mismos familiares se comunicaron con las directivas del CIMI y con los compañeros de su grupo de estudio, mantenimiento Eléctrico Industrial.
Este viernes a las 4:00 de la tarde, con la presencia de toda la comunidad educativa, se rindió un homenaje a la memoria de Germán Darío Jaimes Pinto, aprendiz destacado por su compromiso con el proceso de formación y su responsabilidad en cada una de sus actuaciones, según señaló su instructor Hernando Gómez: “Lo conocí el 12 de febrero, era una persona muy comprometida con su formación, una persona colaboradora, realmente con todas las cualidades humanas; era un muchacho muy comprometido. Yo no me explico por qué la vida tiene esos destinos para algunas personas. Germán Darío era un muchacho que luchaba mucho por lo que él quería; él me decía que no le programara cursos sábados ni domingos, para trabajar los fines de semana para cumplirle a usted durante la semana. El trabajaba los fines de semana en la Plaza satélite del sur para venir a estudiar y poder costearse el transporte…”
La celebración de la Eucaristía y la siembra de un árbol en la plazoleta del Centro Industrial, como homenaje a la vida cerraron la ceremonia, que concluyo con en el silencio y la reflexión por parte de los asistentes.
Pese a que el crimen sucedió el domingo anterior luego de que Germán Darío asistiera a la Santa Misa, sólo hasta el martes a través de la prensa local, los familiares pudieron conocer la suerte de quien se había venido del municipio de Molagavita con el deseo de cumplir con su proyecto de vida.
Sin explicaciones de nadie, sólo llenos de dolor por la perdida de su ser querido, los familiares llevaron de regreso a casa, a su tierra natal, el cuerpo sin vida de Germán Darío para darle un último adiós, allí sobre la cordillera que atraviesa el oriente de Santander y por donde muchas veces en el comienzo de su vida este aprendiz tuvo la oportunidad de soñar con una Colombia mejor.
La noticia sólo se pudo conocer en el Centro Industrial de Mantenimiento Integral este jueves, cuando los mismos familiares se comunicaron con las directivas del CIMI y con los compañeros de su grupo de estudio, mantenimiento Eléctrico Industrial.
Este viernes a las 4:00 de la tarde, con la presencia de toda la comunidad educativa, se rindió un homenaje a la memoria de Germán Darío Jaimes Pinto, aprendiz destacado por su compromiso con el proceso de formación y su responsabilidad en cada una de sus actuaciones, según señaló su instructor Hernando Gómez: “Lo conocí el 12 de febrero, era una persona muy comprometida con su formación, una persona colaboradora, realmente con todas las cualidades humanas; era un muchacho muy comprometido. Yo no me explico por qué la vida tiene esos destinos para algunas personas. Germán Darío era un muchacho que luchaba mucho por lo que él quería; él me decía que no le programara cursos sábados ni domingos, para trabajar los fines de semana para cumplirle a usted durante la semana. El trabajaba los fines de semana en la Plaza satélite del sur para venir a estudiar y poder costearse el transporte…”
La celebración de la Eucaristía y la siembra de un árbol en la plazoleta del Centro Industrial, como homenaje a la vida cerraron la ceremonia, que concluyo con en el silencio y la reflexión por parte de los asistentes.
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