En el Centro Industrial de Mantenimiento Integral de la Regional Santander en Girón, 30 mujeres inspiradoras y resilientes, entre los 19 y los 40 años, iniciaron su proceso de formación en el tecnólogo Electricidad Industrial, rompiendo así los paradigmas de género en una labor que históricamente ha sido desempeñada por hombres, pero en el que ellas ya están emprendiendo su camino.
Las aprendices, que participaron en una convocatoria pública y abierta exclusivamente para mujeres, son beneficiadas durante toda su formación con un patrocinio por parte de la ESSA, empresa en la que realizarán su etapa productiva y en donde, una vez reciban su certificación, tendrán la oportunidad de vincularse laboralmente.
Durante su proceso formativo las estudiantes realizan actividades prácticas que les permiten fortalecer sus conocimientos técnicos relacionados con redes eléctricas como mantenimiento de transformadores, analizar circuitos eléctricos, construir acometidas e instalar equipos de medidas de energía en baja tensión.
Para Olga Teresa Anaya Prada, aprendiz del programa, esta es la oportunidad de hacer sus sueños realidad. "La oportunidad que nos brinda el SENA en convenio con la ESSA, es única; de crecimiento personal y profesional, es mi oportunidad de cumplir mis sueños, de proyectarme como profesional, de desempeñarme en la ESSA; de motivar también a otras mujeres a emprender este proyecto de formación que nos dignifica y abre puertas al mundo entero".
Sin duda alguna, convenios como el de la ESSA y el SENA, en el que se unen esfuerzos por un mismo propósito como lo es promover la equidad de género en el campo laboral, es un importante avance en el cierre de brechas.
El próximo mes de marzo, 30 mujeres más iniciaran su proceso formativo como electricistas.
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