martes, 3 de marzo de 2020

VIDA Y OBRA

GRATITUD

Ing. Héctor Alfonso Mendoza Duarte


Por: Martha A. Romero Ramírez

El buen ejemplo conjugado con el optimismo propio de un ser humano que desea contribuir al mejoramiento continuo de la sociedad a través de buenas prácticas,  fueron la fórmula perfecta para que un ser extraordinario compartiera vivencias y conocimientos significativos que enriquecieron y dejaron huella en la Familia Sena, CIMI.

Ese es Héctor Alfonso Mendoza Duarte, un ingeniero metalúrgico de la Universidad Industrial de Santander, quien a la edad de Cristo, en el segundo mes del año, pisó por primera vez el Sena de Girón, hoy conocido como Centro Industrial de Mantenimiento Integral.

Inició esta etapa de su vida a los 33 años como instructor de matemáticas y dos años después, concursó para supervisor de instructores, rol que se fue transformando con el tiempo y las administraciones propias de  una institución como la nuestra,  hasta llegar a convertirse en Coordinador Académico, cargo que desempeñó con entrega, vocación de servicio y la responsabilidad que lo caracteriza; confiesa que tuvo días “negros”, aquellos que en su momento se convirtieron en aprendizajes valiosos para mejorar su labor y fortalecer su ser como persona, hijo, esposo, padre y amigo.

Casado con Amelia Vargas Tafur un 15 de octubre de 1982, cuando aún eran universitarios de pregrado, ella estudiaba en la Universidad Autónoma de Bucaramanga (UNAB)  y él en la Universidad Industrial de Santander (UIS); padre de dos hijos, Héctor Andrés y Luis Felipe, el primero Ingeniero Ambiental de la Universidad Pontificia Bolivariana y el segundo continuó su legado como ingeniero, pero esta vez como Ingeniero de Petróleos en su Alma Máter; quienes se han convertido desde su inicio  en fuente primaria de motivación y compromiso, valores  que le han permitido a Héctor Alfonso trascender en su  quehacer diario y dar lo mejor de sí para que personas como nosotros nos demos el permiso de seguir sus huellas y enaltecer con nuestro servicio esta valiosa institución formativa del estado.

Gratitud es lo que hoy nos convoca al despedir a este amigo, colega, y servidor público. El  Centro Industrial de Mantenimiento Integral, en cabeza de nuestra Subdirectora (e) Ella Johanna Mendoza Pedraza le da las gracias por todo el aprendizaje, amor, mística, compromiso y entrega con que desempeñó durante 31 años de servicio su labor como instructor, supervisor y coordinador en el Sena.

Gracias Héctor Alfonso por ser esa persona y por ayudarnos a dar lo mejor de nosotros mismos; gracias por ser parte del descubrimiento de  nuestra vocación de servicio  como instructores, maestros y guías de aquellos que caminan con nosotros. Gracias por enseñarnos a honrarnos y con ello agradar a  quien nos permitió estar en esta tierra, Aquel que todo lo puede y con el cual todo lo puedo.


“Cuando vayan al Sena, háganlo con una sonrisa y estén siempre dispuestos a dar lo mejor de sí, de lo contrario su misión en la institución ha concluido”

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